VÍCTIMA VS VICTIMIZARSE.
No es lo mismo ser víctima que victimizarse.
Está claro que durante nuestra vida todos hemos sido vulnerable y dañados por alguna circunstancia o persona. Todos hemos sido víctimas. Pasa a ser algo natural y también temporal.
Por otro lado está el victimismo crónico o victimizarse. Esto sucede cuando una persona se siente víctima de todo y de todos.
Culpan de manera sistemática a a las circunstancias… O a otras personas, pasando por alto siempre su parte de responsabilidad en el asunto. La culpabilización y ausencia de responsabilidad suele ser inconsciente.
Son capaces de magnificar sus emociones y sentimientos negativos, son personas muy desconfiadas y que se sienten muy incomprendidas. Todo esto genera una fuente inagotable de sufrimiento. Ya que esto hace referencia tanto a su entorno como a sus personas queridas.
Este victimismo es algo aprendido, es como entrar en un laberinto sin salida en un bucle continuo. Porque aprendieron a relacionarse a así, porque se obtiene algún tipo de beneficio victimizándose.
Causas:
– El autoconcepto. A veces a través de ser víctimas han conseguido la atención y el cariño que anhelan. Pronto aprenderán a culpar a la vida de todos sus males.
Evitando así responsabilizarse activamente de sus actos y consecuencias.
– Baja tolerancia a la frustración.
– Indefensión aprendida. Asumen qué hagan lo que hagan están perdidos. Con lo cual comienzan a ser pasivos.
– Vínculos primarios. Un apego mal desarrollado puede generar dificultad para gestionar emociones negativas. La tormenta emocional hará que culpen al otro.
¿Qué caracteriza a alas personas que se están victimizando?
– Lamentaciones, básicamente se apoyan en están generalizando.
-Pesimismo: dada la indefensión aprendida, lo verán todo negro y sin salida aparente.
– Distorsión de la realidad. La incapacidad aparente de ver esta tal cual es, provoca responsabilizar a otros y eximir de responsabilidades.
– Alta exigencia a los demás. No son dados a pedir ayuda. Tienen la creencia que sus quejas y lamentaciones serán suficientes para recibirla.
– Culpabilizan a otros.
– Incapacidad de autocritica. Esto genera crítica externa hacia los demás.
– Suelen tender a menospreciar se.
– Actitud defensiva. Suelen explotar por nada y sentirse atacados.
– Alta tendencia al autosabotaje. Aunque la situación tenga remedio puede sabotearla para poder así victimizarse de manera inconsciente.
¿Qué repercusiones tiene todo esto?
Aunque es posible obtener beneficios a corto plazo, a largo plazo ocurre todo lo contrario.
– Inestabilidad emocional. Lidiar con sus propias emociones y gestionarse de forma adaptativa se convierte en un hándicap.
– Aislamiento social. Mantener vínculos estables y duraderos con alguien que está constantemente victimizándose, es agotador. Y merma de manera considera del el círculo social.
– Abuso emocional no respetan los límites de los demás.
– Resolución de problemas. Hay una tendencia clara bloquearse cuando aparecen problemas.
– Aparecen problemas en el ámbito laboral.
Es cierto que en el rol víctima-verdugo solemos posicionarnos en el papel de víctima, pues genera menos culpa y está más aceptado socialmente que el de verdugo.
Pero si estamos en constante victimización es hora de buscar ayuda terapéutica para salir de este bucle y sus patrones.