La experiencia que hoy voy a contar surgió aproximadamente hace dos años…
Cuando mi perro Titán y yo nos encontramos y entró en mi vida. Fue lo mejor que me había pasado sin duda y pronto me interese por su educación y necesidades. Ahí fue cuando conocí a Salva López quien por recomendación vino a mi casa a darme formación para entender y educar a Titán; y quien me dijo que la mejor manera de aprender era en la naturaleza. Pronto me apunte a un taller de educación canina de Lobo descafeinado y entendí y disfrute de mi perro con total plenitud.
Dentro de un fin de semana lleno de actividades propias de los perros y aprendizaje de sus necesidades e instintos, el método de la naturaleza de Lobo descafeinado consigue conectar con ciertas partes de mí y a la vez sentí que yo lo hacía con mi perro, lo comprendía mejor y nos entendíamos. Fue Fácil el comienzo de una amistad con Salva, enseguida se nota que sus intenciones es ayudar a los demás, algo que comparto plenamente.
Durante ese fin de semana y días después compartimos distintas opiniones y hubo afinidad en temas de espiritualidad. Él había realizado un retiro de meditación Vipassana y yo era maestro de reiki, diskha giver, y tengo formación en chamanismo y radiestesia entre otras. Así que alguna tarde en las que quedamos para disfrutar de nuestros perros y charlar, hice varias sesiones de reiki y viajes chamánicos, siempre con los perros correteando alrededor nuestro. Ahí surgió el primer esbozo de realizar algo juntos, que pudiera unir mi experiencia y la de Salva con su método de la naturaleza…
Pero la oportunidad que se me brindaba era muy motivadora para mí, por una parte mi amor hacia los animales se podía unir a mis prácticas espirituales, y poder ayudar a sus dueños en su camino espiritual y en su despertar de conciencia. Al mismo tiempo, juntos podíamos poner en práctica un gran elenco de conocimientos, para mejorar y fortalecer el lazo entre los perros y sus amos y demostrar que juntos pueden avanzar en el camino de la espiritualidad.
Fue un placer concretar todas esas ideas e intentar llevarlas a la práctica con la mayor confianza, esperando el mejor de los resultados aun sabiendo que nos enfrentaremos a exigentes personas e imprevisibles animales. Aunque por la parte de los animales yo estaba tranquilo y confiaba plenamente en el buen hacer de Lobo Descafeinado, él tenía la misma confianza en mí, y no dudaba que lo que podríamos crear, sería una experiencia única. Sabía que yo podría realizar mis actividades plenamente y que los perros lo necesitaban también.
Así surgió el primer Taller de Meditación y conexión espiritual con tu perro.
Haciendo un resumen del programa sería;
La primera parte aprender técnicas básicas de meditación y saber llevar a nuestro perro a eso estados, para poder practicarla con ellos.
Abrir un canal de comunicación con el tacto y llevarlos a un estado meditativo.
La segunda parte sería conocer la conexión con nuestro perro
¿Qué misión tiene él en nuestras vidas? y ¿cuál nosotros? ¿Qué aprenderemos juntos? ¿Tuvimos vidas pasadas en común?
Realizamos en grupo, apertura de chakras, meditación diksha y apertura de registros akáshicos.
Por la noche y en plena naturaleza realizamos un viaje chamánico en grupo que nos hizo vibrar.
El domingo fue un día muy especial. Realizamos una meditación con nuestro perro antes del amanecer y luego una meditación conjunta guiada donde realizar una conexión espiritual con nuestro perro.
El Taller es de un fin de semana, en plena naturaleza. Con un río cerca para que los perretes y algún valiente que se atreviera a bañarse pueda hacerlo. Comida vegetariana, y día y medio sin tóxicos para nuestra mente, para limpiar el organismo y llegar a estados meditativos más fácilmente.
Ha sido un éxito en todos los sentidos.
Hasta el tiempo acompañó todo el fin de semana, muy soleado y con el calor suficiente para algún bañito en el río, los perretes ni se lo pensaron.
Muchos de los participantes no habían meditado antes, y se atrevieron a hacerlo por primera vez con sus perros. Las primeras prácticas fueron difíciles, pero pronto todo el grupo tanto humanos como perretes, empezaron a vivir la experiencia.
Se vivieron momentos muy emotivos, ver a todo el grupo meditar durante largos periodos, 10 humanos y 11 perros. Algo muy mágico que después fueron constatando uno a uno los participantes tras el final de la experiencia. Muy animados y motivados demandando un segundo taller, para seguir profundizando en tan bonita experiencia y a lo que solo podemos contestar:
-Gracias de corazón a vosotros y esperemos que este sea el principio de muchas más actividades.
Vicente Saus – Terapeuta del despertar – info@vicentesaus.org