LA ENVIDIA.
Solemos envidiar a quien tiene más que nosotros de algo. O que tiene algo que nos falta.
Le damos mucho valor a «eso» que está persona posee.
Lo que realmente hay detrás de esta envidia es una admiración secreta, no expresada. Mal canalizada.
Admiramos eso y admiramos a quien lo posee. Aunque el ego nos impida reconocerlo, porque sería algo así como sentirnos inferiores a quien tiene lo que realmente deseamos.