[vc_row][vc_column][vc_column_text]No hay nada más normal que esto.
Estar meditando implica justamente esto. Algunas personas piensan que al meditar uno está exento de sentir o de que lleguen pensamientos a ellos. Se preocupan si esto sucede, se enojan e incluso se frustran pensando en que no están realizando correctamente la practica meditativa.
Mientras tengamos mente, tendremos pensamientos y emociones. Lo mismo supone con los océanos, tienen olas, son parte de la naturaleza del océano. así mismo los pensamientos forman parte de la naturaleza de la mente.
Del océano surgen olas y ¿dónde van estas? al mismo océano, vienen de él , desaparecen en él.
Lo mismo ocurre con los pensamientos y emociones, son expresiones de la naturaleza de la mente. ¿A dónde van? Surgen de l amente y se disuelven en ella.
No consideréis esto un problema , no reaccionéis ante ellos. Debemos intentar contemplar los pensamientos sin juicio, como parte de la mente y su naturaleza. Si cambia nuestra actitud ante ellos, ellos también cambiarán.
Debemos dejarlos surgir y desvanecerse como las olas en el océano.
Si te sorprender pensando algo durante la practica meditativa, deja que ese pensamiento surja y se desvanezca por el mismo.
No te aferres al pensamiento, no lo alimentes, no te regocijes en él, ni te quedes enganchado.
Tan fácil como no invitar a los pensamientos ni tampoco seguirlos.
Recuerda que los pensamientos son como el viento, vienen y van. Si conseguimos no pensar sobre los pensamientos y dejar que circulen por nuestra mente libres de comentarios mentales, estaremos entones observándolos sin juicio y sin identificarnos con ellos.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]