Las creencias limitantes pueden condicionar nuestras vidas de una forma impensable. Es increíble como pueden determinar nuestras relaciones, que tipo de pareja tenemos, que estudiamos o que desempeño profesional tenemos, incluso el nivel adquisitivo que tenemos, siempre en pro de las creencias que tengamos del dinero.
Mayoritariamente estas creencias habitan en nuestro subconsciente, desde donde. es decir, la mayor parte del tiempo estos mecanismos no son conscientes.
Existen creencias y generadoras y limitantes. Las primeras nos permiten expandirnos, las segundas son restrictivas. Las creencias suelen ser filtros y en algún momento han tenido un fin adaptativo.
Las creencias jamás se manifiestan totalmente en el discurso. Algunos elementos, cuando aparecen en el discurso, pueden colocarnos en la pista de una creencia, pues manifiesta rigidez en el pensamiento.
A veces la lectura del pensamiento, que es una distorsión cognitiva. Por ejemplo, si el otro tiene esta actitud es que siente esto o piensa aquello otro. A partir del comportamiento observable de un individuo se deduce lo que piensa o siente, algo que es invisible, no observable ni verificable.
Este proceso de atribución habla más de nosotros mismos que del otro, más de nuestros deseos y nuestros miedos, nuestros valores, muchas creencias se manifiestan a través de este error lógico, lectura de pensamiento.