ERRORES EN EL ENEAGRAMA
Hay ciertos errores que surgen a la hora de trabajar en el eneagrama. Normalmente tendemos a buscar una identificación rápida en él y entonces surgen los primeros sesgos.
En lo primero que no debemos caer pero inevitablemente lo hacemos es en el tema de los estereotipos. Hay mucha carga de juicios y prejuicios en los estereotipos y esto nos lleva a la confusión de una forma muy rápida. Ni todos los Eneatipos 3 tienen éxitos, ni solo los Eneatipos 7 son difrutones. A caso no puede cada Eneatipo ser ayudador, y este atributo solamente se lo aplicamos al Eneatipo 2. Hay que poner mucha atención en esto para poder discernir bien nuestro Eneatipo, más que la acción tenemos que tener en cuenta la motivación intrínseca, que nos mueve y desde donde lo hace. Es aquí y solo aquí donde está el quid de la cuestión.
Las comparaciones son odiosas. Cada Eneatipo es un mundo, cada persona es un mundo. De nuevo caemos en la trampa de compararnos con otros Eneatipos. “Pues él es un Eneatipo 8 como yo, y yo no tengo tanta necesidad de control. Hay que poner consciencia en no caer por inercia en compararnos.
Otro error que hacemos a la hora de conocer el eneagrama y nuestro Eneatipo es que solemos fijarnos en los comportamientos externos. Todos los Eneatipos pueden tener todos los comportamientos, no hay comportamientos exclusivos de ningún Eneatipo. Este sesgo nos priva de un buen discernimiento a la hora de trabajar el eneagrama. Lo que realmente importa es motivación profunda que reside en cada acción, el secreto está aquí como apuntaba más arriba.
Otra cosa por la que utilizamos mal el eneagrama es porque lo usamos de forma superficial, “Yo soy un 5” como quien dice que es Aries en el horóscopo. Esta falta de profundidad nos impide un entendimiento y una buena aplicación del eneagrama. Cuando vamos más allá en su estudio y estudiamos la fijación, la pasión, los mecanismo de defensa por ejemplo… nos ubicamos en una posición ventajosa. Es como utilizar un electrodoméstico habiéndose estudiado previamente sus instrucciones.
Por último ver que mecanismo como el autoengaño, caer en el punto ciego nos impide reconocernos plenamente en nuestro Eneatipo. La sombra es dura de reconocer, ver la manipulación emocional del Eneatipo 2, su forma de hacer chantaje, los dramas del Eneatipo número 4. Tenemos que tener la valentía y la humildad suficientes para reconocer nuestro lado oscuro, solo desde ahí podremos avanzar a través de esta maravillosa herramienta. No es fácil, sin duda es el desafío más grande del eneagrama, pero sin duda es el que esconde un mayor tesoro una mayor recompensa. Pues no hay nada más liberador que integrar nuestra propia sombra.
El camino de autoconocimiento comienza ahí.