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NO HAY AQUÍ Y AHORA
SIN ACEPTACIÓN.
Si no aceptamos el momento presente no estamos en él. Estamos en el conflicto, en la resistencia…
De lo que tenía que haber sido según ayer, o de que sucederá mañana según sucede hoy.
Hace poco leí una definición de alegría que me impactó. Decía que la alegría como la entendemos tendría muchos opuestos estar tristes, enfadados, ansiosos etc… Pero que en realidad alegría es aceptar todos los estados que surcamos, los que incomodan y los que no.
Cuando aceptamos todos esos estados estamos teniendo una visión global y realista.
¿Por qué?
Porque somo un gran océano, compuesto por olas efímeras que lo conforman. Esas olas son pensamientos y emociones pasajeras.
No somos sólo esas olas pero esas olas forman parte de nosotros, del gran océano. Aunque sean incómodas, aunque porten emociones de rabia, celos, tristeza…
Son nuestras… El océano es inseparable de sus olas, aceptarlas quizás sea motivo de alegría.
Aquí y ahora.
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